Desde 2022 el mercado de etiquetas ha sido volátil, por lo que deberíamos esperar aumentos continuos de los precios, ya que la oferta está restringida y la demanda de etiquetas no para de aumentar. La escasez de materias primas y la falta de capacidad para materiales de etiquetas sensibles a la presión han afectado a la industria del etiquetado produciéndose atrasos con los pedidos, lo que afecta a toda la cadena de suministro de productos.
La oferta y la demanda de etiquetas no están en equilibrio. Los proveedores han elevado los costos de los materiales varias veces en los últimos 20 meses, y muchos de ellos están dando largos plazos de entrega a sus clientes.
Una de las grandes conclusiones al comparar las codificadoras de inyección de tinta con las máquinas para etiquetar o de transferencia térmica es el costo. Teniendo en cuenta el costo de la etiqueta y las cintas de transferencia térmica, la impresión de inyección de tinta suele ser una décima parte del costo de una etiqueta. El coste de la mano de obra también es un factor para tener en cuenta a la hora de decidir entre el etiquetado o la impresión por inyección de tinta.
Además, los aplicadores de etiquetas suelen experimentar más tiempo de inactividad que las impresoras de inyección de tinta. Cuando la etiquetadora se queda sin etiquetas o cintas, la línea de producción debe detenerse para reabastecerse. Si necesita salir una gran cantidad de producto, esto puede requerir múltiples paradas a lo largo del día.
Las codificadoras de inyección de tinta utilizan cartuchos de tinta. Cuando se agota un cartucho de tinta, el cartucho se puede cambiar sobre la marcha sin tiempo de inactividad. El cartucho de tinta de cambio rápido permite a los usuarios mantener su línea en funcionamiento, reduciendo el tiempo de inactividad y maximizando el ROI. En general, una impresora de inyección de tinta proporciona una solución rentable para dejar su huella en diversos productos y sustratos.
