Carlos Corral es el co-fundador y actual CEO de Baud, una consultora referente en España.
Baud se dedica a  la creación, transformación y crecimiento de marcas y negocios, ayudando a sus clientes a establecer conexiones profundas y significativas con sus audiencias a través de la estrategia de forma inteligente y efectiva.

En su trayectoria ha liderando proyectos de rebranding global para grandes marcas como Bergé, Pullmantur, Osborne, entre otras, aportando visión a la alta dirección.
Con una habilidad destacada para implementar marcas de gran consumo, ha trabajado con gigantes del retail como El Corte Inglés, Carrefour y DIA.
Además como parte de su espíritu emprendedor se ha involucrado en el trabajo con marcas emergentes como Aloha Poke, AUARA, MR.BOHO y Manolo Bakes.

Durante los últimos cinco años, Carlos ha sido miembro de la Junta Directiva de Aebrand, promoviendo activamente la profesionalización y divulgación del branding.

Empack: Carlos, cuéntanos un poco la historia de cómo decidiste empezar a liderar Baud desde el año 2011 y cómo es vuestra forma de trabajar

Carlos: Cuando era muy joven, tuve la suerte de unirme a Baud como socio fundador.

Fue una oportunidad increíble, y me empujó a seguir dos años después un Máster en Gestión de Marca en Estados Unidos.
Cuando me convertí en CEO de Baud, tenía en mi mente una meta muy clara: quería que Baud fuera la fuerza detrás de la creación y transformación de marcas poderosas. La imagen que tenía era la de una compañía que no sólo ayudaba a las marcas a crecer, sino que las acompañaba en su viaje de cambio y adaptación a los nuevos retos del mercado.

Y hoy, cuando miro atrás, siento una enorme satisfacción y orgullo por lo que hemos logrado.
Hemos construido un equipo, una cultura y una empresa que no se conforma, que siempre busca crecer, aprender y expandirse. Nos hemos mantenido al tanto de las tendencias, hemos innovado y hemos explorado nuevos horizontes.  En el proceso, hemos logrado consolidarnos en el mercado, y más importante aún, hemos estado allí, junto a nuestros clientes, acompañándolos en su crecimiento y haciéndolos relevantes para la sociedad.

Somos un equipo que a través del pensamiento, la creatividad y cuidar la ejecución hemos conseguido resultados absolutamente excepcionales.

Empack: Dentro de todos los proyectos que habéis realizado, ¿cuál destacarías como uno de los mayores retos y por qué?

Carlos: Durante los últimos 17 años en Baud, hemos tenido la oportunidad de enfrentarnos a una variedad impresionante de retos. Cada uno de estos desafíos, cada proyecto que hemos llevado a cabo, ha sido una valiosa oportunidad de aprendizaje y crecimiento para nosotros. Me resulta difícil seleccionar un único proyecto como el mayor desafío, ya que cada uno ha marcado un hito importante en la trayectoria de nuestra compañía y ha contribuido a nuestra evolución y desarrollo.

Sin embargo, algunos proyectos han sido particularmente memorables y han marcado hitos en la trayectoria de nuestra compañía. Por ejemplo, cuando creamos junto con sus dos fundadores la marca AUARA, enfrentamos el desafío de producir la primera botella de agua del mundo con plástico PET 100% reciclado. Este proyecto nos enseñó el valor de la visión por encima de las limitaciones productivas. Lograr lo que parecía imposible fue un gran logro por el que recibimos un premio con orgullo en Empack.

Trabajar con Osborne en su visión de futuro también fue un hito importante para nosotros. Nuestra misión era ayudarles a consolidarse como embajadores de la auténtica gastronomía española, creando productos únicos y excepcionales. Fue un desafío verdaderamente complejo unificar las diversas culturas de una empresa con tantas marcas relevantes en diferentes territorios en España, con diferentes percepciones y una simbología tan fuerte, a día de hoy seguimos acompañándolos en el camino.

A su vez, trabajar con Carrefour nos permitió experimentar de primera mano la complejidad de gestionar una extensísima gama de productos y de colaborar con una empresa multinacional en sus manuales con la sede central. Los manuales y procedimientos que hemos desarrollado en el ámbito del packaging con ellos también han supuesto un gran reto y un aprendizaje significativo para nosotros.Finalmente, este último año hemos trabajado en la transformación integral de Clarel. Este proyecto representó un reto mayúsculo porque implicaba diferentes divisiones en crecimiento dentro de Baud, como la experiencia del cliente y la transformación del punto de venta. Fue uno de los proyectos más complejos que hemos desarrollado, ya que jugamos un papel activo en el cambio del modelo de negocio de una empresa de gran tamaño. Afortunadamente, contamos con la ayuda de profesionales excepcionales que nos ayudaron a construir lo que consideramos el futuro de la belleza y cosmética en la sociedad española.

Cada uno de estos proyectos ha sido un desafío, pero también una oportunidad para aprender, crecer y evolucionar. Han sido pruebas de resistencia y adaptabilidad que nos han preparado para los retos futuros, y me siento agradecido por cada uno de ellos.

¿Lo mejor de todo? El resultado absolutamente extraordinario y diferencial frente a lo que se presupone de nuestro sector.