Cuando uno tiene un centro de producción o confección de materiales o tejidos, tenga el tamaño que tenga el negocio, ya sea una fábrica grande, un taller de remates o una sencilla tapicería, hay una cosa clara: se acumulan los recortes, los retales, los descartes, etc.
Y, ¿cómo se acumulan? Estorbando, molestando, confundiendo.
Espumas, moquetas, materiales sintéticos… todos tienen un volumen, son relativamente ligeros, esponjosos, elásticos.
Para conseguir recuperar un poco de orden, un poco de espacio y recuperar la productividad, muchas empresas del sector optan por instalar prensas para compactar tela, donde echan el material descartado para facilitar su reciclaje.
Así los retales no acaban en el suelo o en los pasillos, y una vez compactados es muy fácil proceder a llevarlos al gestor de residuo autorizado.
En los últimos 12 meses Machemac ha instalado varias prensas para tela en empresas muy diferentes en tamaño, pero con una cosa en común: manejan cantidades incómodas de retales y recortes de tejidos.
Ya sean balas de 40 kilos de gomaespuma de una tapicería, de 110 kilos de moqueta o más de 300 kilos de material sintético, en todos esos negocios instalar la prensa ha sido la diferencia entre el orden y el caos.
Además, Machemac dispone de una gama de máquinas para la compactación de residuos que puede adecuarse a las necesidades de cualquier entidad, independientemente de su tamaño y su volumen de trabajo.
¡Eso sí que es tela!
